Terapia ocupacional en Pediatría

Los niños juegan para divertirse pero también aprenden jugando

Desde la terapia ocupacional se busca conseguir la autonomía de los niños que presentan dificultades en sus tareas diarias:

  • Vestido – desvestido
  • Higiene personal, baño
  • Juego interactivo
  • Alimentación
  • Manejo de útiles escolares (ej: escritura)

Para ello se interviene reeducando o eliminando las barreras cognitivas y motoras que interfieren en la actividad, y utilizando el juego como base para el desarrollo, pues es la actividad más significativa en la infancia.

En Centro Nedea cada actividad se adapta a las necesidades del niño, modificándose la tarea, el método y el entorno para promover la independencia, buscando la continuidad del desarrollo e intentado compaginar el máximo de funciones posibles.

Durante la terapia ocupacional se evalúan y aplican las ayudas técnicas que sean necesarias para el desarrollo y la consecución de autonomía.

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Un mundo de sensaciones por descubrir

Integración Sensorial

¿Te has preguntado alguna vez por qué tu hijo teme saltar o trepar en juegos? ¿Encuentra desagradables sensaciones como andar descalzo o el roce de determinadas prendas? ¿Es sensible a los ruidos o la luz? ¿Probar diferentes alimentos supone una tortura para el niño?

Entonces puede que estemos hablando de un problema de procesamiento sensorial, descrito por primera vez por la terapeuta ocupacional Dra. Jean Ayres.

La terapia ocupacional aborda este tipo de disfunciones sensoriales a través de actividades donde los niños experimentan diferentes sensaciones vestibulares, propioceptivas o táctiles, que los ayudan a tolerar estos cambios y a mejorar su conducta.

Encontramos frecuentemente dificultades de este tipo en niños con problemas de aprendizaje o desarrollo, autismo, Asperger, síndromes como el X-Frágil, historia de deprivación sensorial (adopciones), etc.

Conociendo y controlando el cuerpo

Psicomotricidad

Se abordan dificultades de motricidad fina y gruesa que interfieran en la independencia o la realización de actividades propias de su edad, interviniendo en diversos aspectos que influyen a nivel motor:

  • Equilibrio y coordinación dinámica general
  • Coordinación visomanual
  • Fuerza muscular y tono muscular
  • Postura y transferencias
  • Manipulación gruesa y fina

Conociendo y controlando el cuerpo

Psicomotricidad

Se abordan dificultades de motricidad fina y gruesa que interfieran en la independencia o la realización de actividades propias de su edad, interviniendo en diversos aspectos que influyen a nivel motor:

  • Equilibrio y coordinación dinámica general
  • Coordinación visomanual
  • Fuerza muscular y tono muscular
  • Postura y transferencias
  • Manipulación gruesa y fina

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¿Qué son los problemas de procesamiento sensorial?

Cuando los sentidos se convierten en un obstáculo a superar.

A lo largo de la infancia hay algunos niños que presenta algún problema en el procesamiento sensorial y por ello no son capaces de captar adecuadamente la información que reciben de sus sentidos como el tacto, gusto, oído… Además de estos sentidos comunes, también hay otros dos menos conocidos que pueden verse afectados: la propiocepción, que es el sentido de conciencia corporal, y el sentido vestibular, relacionado con el movimiento, el equilibrio y la coordinación.

Los niños con problemas de procesamiento sensorial experimentan demasiada o insuficiente (hiper o hipo) estimulación a través de estos sentidos. También pueden tener dificultad para integrar la información sensorial.

Estos problemas pueden perjudicar en sus conductas, en su desarrollo motor y obstaculizar su aprendizaje en el colegio y su capacidad de jugar con sus iguales.

¿Cuáles son las señales?

Los problemas de procesamiento sensorial tienden a ser de dos tipos: hiposensibilidad e hipersensibilidad, aunque es frecuente que los niños experimenten ambos tipos.

 

Los niños hipersensibles son extremadamente reactivos a la estimulación sensorial, y pueden encontrarla abrumadora. Ellos podrían:

  • Taparse los oídos con los ruidos fuertes, como las sirenas de las ambulancias.
  • Rechazo a ponerse la ropa o algunos zapatos porque los sienten “demasiado apretados”.
  • Distraerse con ruidos de fondo que otros parecen no escuchar.
  • Se niegan a que les abracen o le besen.
  • Tener un miedo exagerado a los columpios.
  • Tienen problemas para ponerse la ropa, no logran entender dónde está su cuerpo.
  • Dificultad para subir o bajar las escaleras y parecer torpes.
  • Tener dificultad para medir la fuerza que aplican: por ejemplo, pueden romper el papel al borrar, pellizcar demasiado fuerte o soltar los objetos con demasiada fuerza.

 

Los niños hiposensibles son menos sensibles de lo normal, lo cual los hace buscar más estimulación sensorial. Ellos podrían:

  • Necesidad constante de tocar a las personas o texturas, incluso cuando no es socialmente aceptable.
  • Tener una tolerancia extremadamente alta al dolor, se caen y siguen jugando.
  • No ser conscientes de su fuerza, rompen la mina de los lápices.
  • Ser muy inquietos e incapaces de quedarse sentados quietos.
  • Adorar actividades que implican saltar, chocar y estrellarse.
  • Disfrutar de presión profunda como abrazos muy apretados.
  • Querer movimientos rápidos, intensos y/o giratorios.
  • Querer que los lancen al aire y saltar sobre los muebles y trampolines.

¿Por qué los niños con problemas sensoriales tienen problemas de conducta?

Los niños con problemas sensoriales manifiestan a veces comportamientos extremos: gritan si se les lava la cara o tienen reacciones incluso violentas cuando se le intenta vestir, porque las sensaciones físicas involucradas en estas actividades les resultan “dañinas”.

Suele aparecer cambios de humor en respuesta a un cambio en el entorno. Por ejemplo, un niño que está andando tranquilo con un adulto, pero justo al entrar al colegio se empieza a poner muy nervioso y empieza a elevar su tono de voz. Esto puede ser por una sobrecarga de estimulación visual y auditiva. Por ello puede causar rabietas y conductas agresivas

Esta pérdida del autocontrol es causada por una sobrecarga sensorial, por ello el niño podría insultar o ponerse agresivo. O incluso salir corriendo (tener una respuesta de lucha o huida). Si el niño sale corriendo en un parque o aglomeraciones, sin advertir el peligro, puede ser porque está alejándose de algo molesto (lo cual puede no ser evidente para el resto de nosotros), o porque está dirigiéndose hacia un ambiente o sensación que calme su sistema.

¿Quién puede ayudar?

Los terapeutas ocupacionales son los especialistas que trabajan con niños que tienen problemas sensoriales, también estos profesionales involucran a los niños en actividades físicas diseñadas para regular la información sensorial que reciben, para hacer que se sientan más cómodos, seguros, y capaces de concentrarse.

Pero debido a que los niños con problemas sensoriales son muy diferentes, y debido a que los terapeutas ocupacionales generalmente no están conectados con instituciones de investigación, la ciencia no está ahí para respaldar la evidencia clínica. “Lo que nosotros no entendemos realmente es si este enfoque funciona con todos los niños que tienen problemas sensoriales, y cómo”.

 

¿Existe un proceso de evaluación?

Sí. Los problemas sensoriales de cada niño son diferentes, así que antes de que la terapia pueda comenzar el terapeuta ocupacional necesitará evaluar a su hijo a través de pruebas y observación, así como hablando con los maestros y cuidadores. Luego, el terapeuta ocupacional creará un plan de tratamiento sensorial, algunas veces llamado “dieta sensorial”, que estará hecha a la medida para las necesidades del niño.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

Los terapeutas ocupacionales utilizan la terapia de integración sensorial, la cual tiene como objetivo ayudar a los niños a alcanzar un nivel ideal de regulación sensorial. Esto se consigue mediante actividades sensoriales táctiles o de movimientos como girar, saltar, golpear, correr, lo que proporciona información sensorial terapéutica. El terapeuta prepara cade sesión individualizada para lograr regular un tratamiento personal a través de actividades sensoriales en la que ayude al niño a organizar su sistema nervioso y consiga mejorar su atención, motricidad y facilitando su interacción con el entorno.

El tratamiento generalmente se lleva a cabo en salas sensoriales, que es un espacio preparado con chalecos con pesas, columpios, cojines sensoriales, piscinas de pelotas y otro equipamiento destinado a proporcionar estimulación sensorial terapéutica supervisada por el profesional.

¿Son autistas los niños con problemas de procesamiento sensorial?

No todos los niños autistas tienen problemas de procesamiento sensorial, pero muchos de ellos los tienen, y son uno de los síntomas que los médicos buscan cuando están diagnosticando el autismo.

Sin embargo, muchos niños con problemas de procesamiento sensorial no están dentro del espectro autista. Los problemas sensoriales también pueden presentarse en niños con TDAH, TOC o retrasos del desarrollo, o también presentarse de manera aislada.

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